jueves, 16 de junio de 2011

EL PAIS SE UNE TAMBIEN A LA LUCHA CONTRA EL EXTERMINIO DE LAS BALLENAS

 Desde el 14 de junio, la República Dominicana se convirtió en miembro de pleno derecho de la Comisión Ballenera Internacional y tendrá voz y voto en las decisiones de este organismo que regula la caza de cetáceos y las otras cuestiones que afectan a sus poblaciones.

Peter Sánchez – Administrador del Santuario de Mamíferos Marinos de Samaná (en el Noreste de la Isla) – declaró que el País adquirió esta condición una vez satisfecha la deuda de 19,500 libras esterlinas (31,764 dólares) que mantenía con la Comisión, a la cual se adhirió en 2007. República Dominicana – dijo Sánchez – ahora podrá expresar con su voto la posición contraria a la caza de ballenas en la próxima reunión del organismo internacional, que se celebrará del 11 al 14 de julio, en la Isla de Jersey (Reino Unido). La nación se opone a la caza de los cetáceos y aboga por la promoción del turismo de observación de las ballenas, que atrae unos 40.000 visitantes durante los 75 días de duración de la temporada de avistamiento, generando unos 9 millones de dólares de ingresos – afirmó Sánchez, citando estimaciones extraoficiales.

Al no estar al día en sus contribuciones económicas a la Comisión, República Dominicana no pudo votar en contra de la concesión de una cuota de caza anual de 9 ballenas jorobadas a Groenlandia por tres años, aprobada en la reunión del organismo del año pasado. La caza de ballenas jorobadas con fines comerciales estaba prohibida desde 1966 y la de subsistencia desde 1986, pero en la citada reunión Dinamarca logró una autorización para cazar ballenas para la subsistencia de comunidades de Groenlandia.

La Comisión Ballenera Internacional (CBI), cedió ante la presión de Dinamarca, y autorizó a Groenlandia a que cace 9 ballenas jorobadas por año, durante tres años. Se dijo que esas ballenas servirían para alimentar a los aborígenes del lugar. La Unión Europea también se unió a esta autorización, pero muchos gobiernos europeos y latinoamericanos, se negaron rotundamente.

La organización ambientalista Greenpeace, al conocer la nueva condición del país caribeño en la Comisión, felicitó “al pueblo, al Gobierno y a las instituciones dominicanas”. “Esto es muy importante para las ballenas y para la imagen global de la República Dominicana” – expresó en un comunicado Milko Schvartzman – Coordinador de la Campaña de Océanos en América Latina – subrayando que “en la Comisión Ballenera Internacional las decisiones se definen a veces por uno o dos votos”.

Según Greenpeace, la concesión hecha a Dinamarca no es una mera cuestión de subsistencia, pues se ha demostrado que la carne de estos animales se utiliza también con fines comerciales. Colombia también tiene pendiente adquirir su condición de miembro pleno de la Comisión – recordó Schvartzman – indicando que los gobiernos de Latinoamérica planificarán la próxima semana en Buenos Aires su estrategia en la reunión de Inglaterra.

Para esta organización, la posición de la República Dominicana es importante porque contribuiría a evitar que existan menos ballenas en el mundo y a promover en los países del Caribe el turismo de avistamiento de estos cetáceos, con relevantes repercusiones de tipo educativo, científico, social y cultural.