D.N.-Un muchacho de pocas libras, 23 años y estudiante de contabilidad de la Universidad O&M es uno de los protagonistas de la noticia que estremeció el país y circuló por el mundo al conocerse que un mayor de la Fuerza Aérea Dominicana era el jefe de un comando de asaltantes que robó una indeterminada suma de dinero en la empresa de alimento lácteos Parmalat.
Sin rango, y sin pensarlo dos veces, Wilman Cuevas Céspedes y su comandante, el cabo Kelvin Mateo Vargas, asignados al destacamentos “El Pensador”, en Villa Duarte, Santo Domingo Este iniciaron la persecución de los asaltantes a pesar de que por la radio informaban que el grupo estaba compuesto por 12 hombres armados de fusiles M-16, ametralladoras y pistolas. Los dos policías, tal vez armados de dos revolver calibre 38.
Al caer la tarde de este viernes, ante un pelotón de compañeros, Cuevas Céspedes y Mateo Vargas eran presentado al país, por su comandante en jefe, el mayor general Rafael Guillermo Guzmán Fermín como “un ejemplo que debe ser imitado por los demás miembros de la institución”.
De inmediato, Guzmán Fermín dijo que por instrucciones del Presidente Leonel Fernández estaba procediendo a ascender a sargento el cabo y a cabo el raso que enfrentaron a los hombres de uniformes que deshonraron la ropa que vestían.“Estos policías están del lado de los buenos…”, subrayó el jefe policial al honrar a las dos estrellas del momento policial.
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